Sobre Nostradamus y su importacia en el esoterismo ya hemos hablado en otras ocasiones en este post. No obstante, el tema es tan extenso a la par que interesante, que en el contexto de la situación excepcional que estamos viviendo hemos querido escribir un segundo post sobre Nostradamus, y esta vez sobre sus profecías más esotéricas.

Hace días que corre por la Red que la insólita pandemia mundial del Coronavirus (COVID-1) fue prevista por Nostradamus con estos versos.

“En el año de los gemelos surgirá una reina desde el Oriente que extenderá su plaga de los seres de la noche a la Tierra de las 7 colinas transformando en polvo a los hombres del crepúsculo para culminar en la sombra de la ruindad”

 

La afirmación es totalmente falsa. Michel de Notredame jamás dejó escrito tales palabras.

A pesar de ello, Nostradamus fue un gran profeta; no en vano, muchos lo consideran el más grande profeta de todos los tiempos.

Nostradamus llegó incluso a profetizar exactamente su propia muerte.

Hay algunos autores, como Savignier, que opinan que el médico provenzal quizá tuvo en su poder unos misteriosos documentos que le permitieron conocer el futuro. Tal vez como dice Josane Charpentier, heredados de sus antepasados, posiblemente cabalistas, o quizá procedentes de otras fuentes más misteriosas, y así en uno de sus escritos parece indicarlo, o al menos sugerirlo veladamente, como así parece quedar entendido en una carta a su hijo César:”...cuántos de los muchos volúmenes que estuvieron escondidos durante largos siglos, me han sido manifestados. Pero sospechando lo que sucederá con ellos, después de su lectura, los he presentado a Vulcano”.

Con la referencia a Vulcano, ¿quería decir que los consultó y luego los quemó tras escribir sus profecías?.

Y ya metidos en la “desaparición” de libros o manuscritos relacionados con Nostradamus, hemos de mencionar que según un exhaustivo estudio sobre dicho personaje realizado por el investigador Daniel Ruzo (El testamento auténtico de Nostradamus), algunas ediciones de su Almanaque desaparecieron misteriosamente; citamos textualmente a Ruzo en su libro: Todas las ediciones en francés de las pronosticaciones o almanaques con versos para 1556,1558,1559,1561 y 1564, han desaparecido ¿ por qué?

Posiblemente este sea otro de los muchos enigmas que rodean al más famoso de todos los profetas y que fue por encima de todo, un personaje típicamente renacentista por sus mecenazgos y su búsqueda del conocimiento, sin dejarse atar por dogmatismos que con el Renacimiento ya empezaban a ser superados.

Los trabajos proféticos más conocidos de Nostradamus:

  1. La Carta a Cesar, su hijo que acababa de nacer. Este trabajo, es según algunos estudiosos como Jean Charles Fontbrune de una importancia capital para la comprensión de su obra total
  2. La Epístola al muy Invencible, muy Poderoso y muy Cristiano Enrique segundo, Rey de Francia.
  3. Las Centurias, en número de doce; cada una de las cuales tiene, como su nombre indica, cien cuartetas de versos, con excepción de la VII, que solo consta de cuarenta y dos, de la XI, que consta de dos, y de la XII, que consta de once. Estas Centurias, están repletas de términos y vocablos latinos afrancesados, muy de moda en la Francia del siglo XVI.
  4. Los presagios, una misteriosa colección, que consta de ciento cuarenta y una cuartetas, cada una de las cuales, lleva el nombre de un mes del año.
  5. Los sextetos, compuesto por cincuenta y ocho estrofas de seis versos.