Aceite altar mayor

Pocas cosas hay más sagradas que un altar. No es una afirmación solo de los que somos aficionados a la magia, sino que una persona religiosa seguro compartiría con nosotros la afirmación (aunque “su altar” y el nuestro poco tiene que ver…).

El aceite altar mayor se usa, como su nombre indica, para purificar el altar donde vayamos a hacer rituales. Un lugar que, a pesar de la creencia popular, puede ser sumamente diferente de unas a otras personas: hay gente que tiene un pequeño altar en su casa (simplemente una pequeña mesa de madera con un mantel blanco); otros lo tienen en un rincón del bosque u otros reservan para ello la esquina de su jardín donde reside el árbol más anciano. En cualquier caso no importa la forma: es un altar, un lugar sagrado (para nosotros)  en el que nosotros disponemos toda nuestra fe.

Aunque es importante tener en cuenta que nunca debemos permitir que una persona ajena manipule nuestro altar, aun siendo nosotros los únicos que accedemos a él, son muchas las ocasiones y motivos por las que dicha ara puede acabar cargándose de energías negativas, y precisamente para su limpieza se usa el aceite altar mayor, ya que nadie desea iniciar un ritual sobre una base no purificada.

El aceite altar mayor está diseñado exclusivamente para tal fin y son muchas las personas que lo adquieren para ello. No obstante, es importante destacar que también muchos esoteristas (sobre todo los más experimentados) utilizan para esta limpieza el aceite de raíz de mandrágora, con el también limpian de malas energías sus herramientas de magia (amuletos, espadas, cálices, herraduras, etc.)

Como consejo adicional, siempre es recomendable usar el aceite altar mayor con algún tipo de incienso, que prenderemos justo al terminar la limpieza de nuestro altar, así después de haber sacado las energías negativas conseguiremos purificar el ambiente.