Rosa de Jericó: Historia y cuidados

Denominada por la comunidad científica como Anastatica hierochuntica, y por las antiguas civilizaciones como “planta de la resurrección”, la rosa de Jerció suele relacionarse con una serie de rituales esotéricos.
Es un arbusto originario del desierto del Sahara, las tierras circundantes al Mar Rojo, y del desierto de Arabia. Luego fue introducida de forma artificial en la ciudad israelí de Jericó, lugar donde obtuvo su nombre más conocido.
La Rosa de Jericó puedes encontrarla en dos estados diferentes, los cuales están asociados a las condiciones climáticas del lugar donde crece. Cuando el arbusto encuentra suficiente humedad para prosperar, el mismo posee un color verde intenso y sus ramificaciones bien extendidas. En caso contrario, es decir, cuando el clima es desfavorable, la Rosa de Jericó adquiere una forma esférica de aspecto a mata marchita.
A pesar de que cuando se reseca tiene el aspecto de una planta muerta, la misma tiene la capacidad de alternar de un estado a otro en infinidad de ocasiones.
Historia de la Rosa de Jericó
El arbusto en cuestión es asociado con la historia del niño Jesús, precisamente cuando María y José tuvieron que huir de la ciudad de Belén, con el objetivo de salvaguardar la vida de su hijo de las manos de Herodes. Al cruzar las llanuras de Jericó, María baja del burro y toca el suelo. En ese momento una Rosa de Jericó brotó y saludó al niño Jesús.
Mientras Jesucristo estaba con vida, este arbusto floreció. A partir de su muerte, la leyenda cuenta que todas las Rosas de Jericó se secaron durante tres días. Cuando Jesús vuelve a la vida, todos estos arbustos volvieron a florecer.
Asimismo, una segunda leyenda establece que durante las oraciones de Jesús en el desierto, una Rosa de Jericó es la que saciaba su sed mediante las gotas de rocío que caían sobre sus ramas cada mañana. Esta planta era guiada por el viento y siempre se posaba delante de los pies de Jesús.
¿Qué cuidados necesita la Rosa de Jericó?
Si decides adquirir este arbusto en tu hogar, para maximizar sus beneficios debes colocarlo en un recipiente de barro o madera. Cambia el agua a los tres días y luego cada dos semanas, procurando que sea un martes o un viernes a las nueve de la mañana o tres de la tarde, momento en el cual puedes realizar tus oraciones.
La Rosa de Jericó y su faceta esotérica
Los chamanes y alquimistas ya utilizaban la rosa de Jericó para bendecir y proteger casas, ya que este arbusto se alimenta de energías negativas y las transforma en positivas. También se utiliza para atraer amor, dinero y suerte a nuestra vida.
Por otra parte, aquellas personas que colocan una rosa de Jericó percibirán mejoras en su vida familiar, trabajo, negocios y exámenes en aquellos que se encuentren en etapa escolar.
En el campo de la medicina la Rosa de Jericó ha estado siempre estrechamente vinculada al momento del parto. Las mujeres a punto de dar a luz, ponían una rosa de Jericó en agua en la habitación donde pensaban parir. Cuando la rosa de Jericó se abría, indicaba que el parto era inminente, al mismo tiempo que protegía de malas energías al recién nacido.